A lo largo de la Reconquista, Extremadura contempló el paso de varias órdenes religiosas y militares, una de las más importantes fue la Orden de Alcántara, una organización militar cuyo fin era luchar contra los musulmanes.
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Vista del puente de Alcántara y la población al fondo
Las órdenes militares nacieron como corporaciones para luchar contra los musulmanes que desde Arabia se habían extendido a buena parte de Europa, incluida la Península Ibérica.
Estas organizaciones cooperaban en la Reconquista y aseguraban el orden, protegiendo a los peregrinos y desvalidos.
Se movían entre el carácter religioso y el militar.
De hecho, casi todas tenían en principio dos tipos de miembros: los monjes que realizaban la vida conventual entregados a rezos y plegarias.
Y los caballeros que, sin perjuicio de encontrarse también sujetos a ayunos, oraciones, penitencias y otros deberes religiosos.
Disponían de mayor libertad al ser considerados guerreros que la mayor parte del tiempo se encontraban en campaña contra los musulmanes.
Había una tercera clase constituida por los llamados donados o sirvientes de armas, equiparable a los escuderos de la época.
Finalmente, estas organizaciones contaban con la ayuda de numerosas personas pertenecientes a la población civil y que recibían el nombre de familiares.
Todas las órdenes militares estaban regidas por un Consejo con cargos administrativos sujetos a la autoridad de un Gran Maestre.
Algunos maestres llegaron a acumular un poder enorme, superior en cierta forma al de muchos reyes.
Las órdenes militares más importantes en España fueron las de Santiago, Calatrava, Montesa y Alcántara. Convivieron con órdenes internacionales como la del Temple.
La Orden de Alcántara está íntimamente ligada a la historia de Extremadura.
LA ORDEN DE ALCÁNTARA
El origen de la Orden de Alcántara está relacionado con una orden religioso-militar anterior: la Orden de San Julián del Pereiro.
Establecida cerco del río Coa en Portugal por un grupo de caballeros leoneses, cerca de lo que hoy en día es el noroeste de la provincia de Cáceres.
La orden fue confirmada por el Papa Alejandro III (1176), parece ser que inicialmente como hermandad religiosa.
Con Gómez Fernández (uno de los caballeros que la fundaron) como prior. El Papa concedió numerosos privilegios a la hermandad.
También el rey Fernando II de León ofreció su protección a la hermandad de San Julián del Pereiro.
Más tarde el Papa Lucio III (1183) hace referencia al maestre Gómez Fernández (ya como orden militar) y acrecienta los privilegios de la orden, asignándole la misión principal de luchar contra los musulmanes.
En 1213 se reconquista Alcántara y el rey Alfonso IX de León concede poco después (1217) la villa y la fortaleza a la Orden de Calatrava.
Con el fin de afianzar su poder en la zona, no sólo con respecto a las fuerzas musulmanas sino también para tener un aliado fuerte en caso de posibles conflictos con la corona de Castilla.
Cuando aparece la orden de Alcántara
Apenas un año después (1218) la Orden de Calatrava renuncia a la posesión de Alcántara y la ceden a la orden leonesa de San Julián del Pereiro.
La Orden de San Julián del Pereiro trasladó por tanto su sede principal a Alcántara y pasa a denominarse Orden de Pereiro y Alcántara.
A finales del siglo XIII la orden ya era conocida simplemente como Orden de Alcántara y la sede de Portugal (el convento de San Julián del Pereiro y sus posesiones) se convierte en encomienda.
La Orden de Alcántara fue incorporada a la Corona en 1494 por los Reyes Católicos, tal y como habían hecho con las Órdenes de Santiago y Calatrava.
Su poder militar, económico y político quedó bastante mermado a partir de ese momento y la pertenencia a la orden se concedía a los nobles como recompensa a sus servicios y apoyo a la corona.
TRAJE
Los miembros de la Orden de Alcántara vestían una túnica de lana blanca muy larga y capa negra.
Que sustituían por un manto blanco en las ceremonias solemnes, adoptando como blasón un peral silvestre con las raíces descubiertas y sin hojas sobre campo de oro.
Posteriormente adoptaron como distintivo una cruz flordelisada de sinople.
Cruz de la Orden de Alcántara
En el capítulo XIV de sus definiciones se establecía que ningún caballero fuese osado de recibir los sacramentos sin el manto blanco, que debía ser también su sudario.
POSESIONES
El núcleo principal de sus posesiones se situaba en los alrededores de la villa de Alcántara, además de las tierras que formaban parte de la Orden de San Julián del Pereiro.
Poco a poco fueron recibiendo donaciones, como la de la localidad de Navasfrías (Salamanca) y llevaron a cabo sus propias conquistas, como la de Valencia de Alcántara en 1220.
La Orden de Alcántara tuvo diferentes encontronazos con la poderosa Orden del Temple.
Se tiene constancia de juicios y pleitos por tierras y posesiones, por ejemplo el que le concedía las localidades de Santibáñez y Portezuelo.
Que encontramos en Trujillo.
Es muy posible que Trujillo llegara a formar parte de la orden de San Julián del Pereiro o al menos existían fuertes vínculos entre una orden religiosa de Trujillo y la del Pereiro a finales del siglo XII.
Sin embargo, Trujillo fue conquistada de nuevo por los almohades en 1195.
Más tarde, tras la reconquista de Trujillo en 1231 y la expansión hacia el sur, el rey Fernando III de León y de Castilla concede a la orden de Alcántara la localidad de Magacela (comarca de La Serena, en la provincia de Badajoz) para compensar los posibles derechos que la orden reclamaba sobre Trujillo.
También reciben el encargo de repoblar y defender la villa de Zalamea (Zalamea de la Serena).
A lo largo de los años fue adquiriendo nuevos territorios en esa zona, por ejemplo las localidades de Benquerencia (Benquerencia de la Serena) y Esparragal.
Y ya en el siglo XIV el Castillo de Eljas y la localidad de Villanueva (Villanueva de la Serena).
Tras la disolución de la Orden del Temple también recibió el Castillo de Alconchel y algunas de sus tierras.
A finales del siglo XV el dominio de la Orden de Alcántara abarcaban una buena parte de lo que hoy es el noroeste de la provincia de Cáceres y una parte importante de lo que hoy es la comarca de La Serena al noreste de la provincia de Badajoz.