El municipio de Coria, en la provincia de Cáceres, conserva un patrimonio monumental que le ha valido el reconocimiento de Bien de Interés Cultural. Su casco histórico, que aún es capaz de conjurar el hechizo de su pasado histórico, alberga impresionantes edificios que crean una hermosa mezcla de tradiciones romana, musulmana y medieval. Para saber qué ver y qué hacer en Coria, debemos seguir el hilo del tiempo a través de sus calles antiguas.
Qué hacer en Coria: patrimonio y monumentos.
A principios del siglo XIX, Pío Baroja escribe que “Coria, más que un pueblo con una catedral, es una catedral con un pueblo”. Esto no nos deja ninguna duda acerca de cuál es el lugar más especial e impresionante del municipio: la Catedral de Santa María de la Asunción. Se ubica en el lugar donde anteriormente se edificaron la antigua catedral visigoda, la mezquita mayor y la anterior iglesia-catedral románica. Durante los dos siglos y medio que Santa María tardó en construirse, diversos estilos e influencias han hecho de ella un lugar único y fascinante.
En su interior encierra una amplia colección de elementos de gran valor histórico-artístico: pinturas, esculturas y orfebrería, dos imponentes órganos monumentales… Tiene un museo catedralicio donde se exponen importantes piezas: una página autógrafa de la Summa Teológica de Santo Tomás de Aquino o una reliquia del Mantel de la Santa Cena, son algunas de las más impresionantes.
La imagen más icónica de la catedral y de Coria, es la de la vista de Santa María desde el llamado Puente Viejo. Lo más curioso de este puente es que el río ya no pasa por debajo de él, puesto que el cauce del Alagón cambió su cauce hace varios siglos. La tesis más extendida es que esto sucedió a causa del terremoto de Lisboa; un seísmo tan poderoso que, a pesar de tener su epicentro en la capital portuguesa, sembró la devastación en muchos lugares de España. En Coria provocó el derrumbe de la cubierta de la Catedral, acabando con la vida de las personas que en aquel preciso momento asistían a misa. Sin embargo, estudios posteriores apoyan la teoría de que el curso del río había cambiado ya antes de este suceso, aunque no se ha hallado documentación acerca de este suceso.
El puente, aunque de origen romano, sufrió muchos daños y reconstrucciones a causa de las fuertes riadas. La construcción que podemos ver hoy en día data del Renacimiento.
De origen romano es su magnífica muralla, que se ha conservado prácticamente intacta, aunque con algunos añadidos árabes y medievales. Esta inexpugnable fortificación alcanza en algunos puntos los cuatro metros de ancho y su altura oscila entre los 10 y los 14. Está jalonada por poderosos torreones y aún conserva dos de sus cuatro puertas originales. Se cree que fue construida y reforzada entre los siglos II y IV d.C.
Tampoco puedes dejar de visitar el Castillo de Coria que, aparte de su función defensiva, se erige como símbolo de poder: una construcción del gótico final que muestra ya ciertos rasgos renacentistas. También es destacable el Convento de la Madre de Dios, que a pesar de tener un exterior humilde, posee un hermoso claustro gótico renacentista con pavimento mudéjar.
Iglesias, ermitas, palacios, iglesias y otras edificaciones tanto religiosas como civiles completan el conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural. Mención aparte merece la Cárcel Real, construida en 1686, que conserva su estructura original y ha sido reconvertida en museo, donde las piezas se encuentran colocadas en las antiguas celdas. La exposición de la planta baja muestra un recorrido a través de los diversos restos hallados y conservados desde la Prehistoria hasta la Edad Media.
Y como probablemente el recorrido por todos estos lugares y las diversas emociones a las que te habrán sometido te habrá dejado exhausto/a, no hay mejor forma de recuperarse que disfrutar de la excelente gastronomía Extremeña. Destacan además las jornadas micológicas organizadas en el mes de noviembre, donde las setas son las protagonistas absolutas.
Esperamos que ya tengas un poquito más claro qué hacer en Coria durante tu visita. ¡Que la disfrutes!