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Que hacer en el Parque Nacional de Monfragüe.
Dime que si, dime que ya conoces que hacer en el parque Nacional de Monfragüe.
Se declaró Parque Natural el 4 de abril de 1979.
Zona de Especial Protección para las Aves desde 1988.
Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2003.
Finalmente, Parque Nacional desde 2007.
La importancia de Monfragüe en el conjunto de la riqueza natural de nuestro país y, mucho más, de nuestro planeta, ha ido imponiéndose y reconociéndose por derecho propio en las últimas décadas.
Muy cerquita de nuestras casas rurales, a tan solo 35 minutos.
Esta Situada en el triangulo imaginario que forman las ciudades de Plasencia, Trujillo y Navalmoral de la Mata, con el Rio Tajo como eje vertebrador.
En pleno corazón de la provincia de Cáceres y alimentado por la gruesa vena del Tajo y de uno de sus afluentes, el Tiétar, el Parque Nacional de Monfragüe es un santuario que ofrece refugio y seguridad a muchas especies amenazadas.
Una de las particularidades de este lugar fascinante es la forma en que se ha conseguido integrar la agricultura y la ganadería de las dehesas extremeñas, una parte esencial de la belleza del parque Nacional de Monfragüe, con el ecosistema formado por bosque y matorral mediterráneo.
Monfragüe, con 18.396 hectáreas, fue el primer espacio protegido de Extremadura.
Los Romanos llamaron a esta zona Mons Fragorum por ser una zona fragosa.
Llena de matorral y de dificil acceso, posee la más extensa y mejor conservada zona de monte mediterráneo a nivel europeo y mundial.
Las sierras bravas que delimitan los valles del Tajo y el Tiétar acogen un sinfín de encinares, bosque y matorral mediterráneo, embalses y arroyos; un paisaje típicamente ibérico que hace posible la existencia de tan variada fauna y flora en el parque
Tras varios años de lucha para evitar que las plantaciones de eucaliptos que amenazaban y eliminaran el matorral y bosque autóctono.
Un modelo respetuoso, equilibrado e impresionantemente bello que sorprende y enamora cada año a unos 300.000 visitantes, aproximadamente.
Es algo bastante obvio qué hacer en el Parque Nacional de Monfragüe (¡disfrutar al máximo de la naturaleza, por supuesto!), pero aún así, vamos a contarte algunas de las cosas que lo hacen tan especial.
Que hacer en el Parque Nacional de Monfragüe.
Santuario de aves y otras especies.
Son muchas las personas que acuden a Monfragüe por ser un excepcional observatorio de aves, zona de protección especial donde muchas especies esquivas y muy amenazadas hallan un refugio donde estar a salvo.
Entre ellas, la majestuosa Águila Imperial Ibérica, cuya supervivencia se halla actualmente ligada a labores de reproducción y conservación por parte del hombre, que ha sido también la causa principal del peligro de desaparición que aún la persigue.
También surcan el cielo con su impresionante silueta buitres negros y leonados, águilas reales y perdiceras, búhos reales y alimoches, lechuzas y cernícalos entre otras rapaces. En invierno grandes bandadas de grullas se suman a la población autóctona.
La fauna salvaje no sólo vive en el cielo, sino también en la tierra: tejones, jinetas, garduñas, zorros, nutrias, gatos monteses, meloncillos… Uno de los acontecimientos más destacados y llamativos es la berrea del ciervo, que tiene lugar desde mediados de septiembre hasta finales de octubre.
Rutas en plena Naturaleza.
Monfragüe ofrece varias rutas perfectamente señalizadas y acondicionadas para adentrarse en lo más profundo de su belleza natural. Estas pueden realizarse en compañía de un guía o de forma libre, ya que están siempre abiertas y no tienen horarios, pero es esencial respetar los senderos marcados y no interferir en la vida y las costumbres de los animales.
No conviene olvidar que allí somos meros invitados y que, como tal, debemos respetar el entorno (fauna y flora) y el silencio.
- Rota roja: Castillo – Salto del Gitano – Fuente La Parra.
- Para la Ruta Azul: Villarreal – Fuente del Francés.
- Fijate en Ruta Amarilla: Villarreal – Embalse de Torrejón.
- Y por último Ruta Verde: Villarreal – Puente Malvecino.
Patrimonio Histórico.
Un entorno natural rico en caza, vegetación, agua y refugio hicieron de Monfragüe un asentamiento ideal para nuestros antepasados.
Sepulcros megalíticos, menhires y pinturas rupestres son los restos que han dejado esparcidos como prueba de su paso. Las Cuevas del peine o las de Los Murciélagos, por ejemplo, aún conservan pinturas rupestres de gran interés.
Sin embargo, el monumento más representativo que se alza en sus montañas, dominando una amplia vista de todo el entorno y uno de los preferidos por los visitantes del Parque Nacional, es el Castillo de Monfragüe.
Castillo de Monfragüe, de origen árabe, aunque ya casi no queda nada de su construccion original. Cuenta la leyenda que habitaba la princesa Noeima, que vaga eternamente por el monte tras ser castigada por su padre al enamorarse de un cristiano al que flitro información para poder acceder al castillo.
A pesar de haber sido restaurado, gran parte de la construcción se halla derruida. Pero lejos de dar una mala imagen, esto sólo contribuye a reforzar aún más la imagen del parque como un lugar legendario y antiguo donde la Naturaleza es la dueña y señora.
Observatorio astronómico.
Lejos de la contaminación lumínica y acústica, Monfragüe está considerado uno de los mejores lugares de la Península Ibérica para la observación del cielo nocturno. El observatorio astronómico de Monfragüe se encuentra a unos 200 metros de Torrejón del Rubio.
Es con la oficina de turismo de esta localidad con la que debemos ponernos en contacto para disfrutar del grandioso espectáculo que te hará sentir diminuto y fascinado ante la inmensidad del universo.
¿Que hacer en el Parque Nacional de Monfragüe?
No tiene ningún secreto: sólo dejarte llevar.