Al sudeste de la provincia de Badajoz, recostada ya sobre Andalucía (lindando con Córdoba, concretamente), su cercanía a Sierra Morena sitúa al término municipal de Granja de Torrehermosa en un paraje natural de gran belleza. Por eso, aparte de visitar sus monumentos más destacados, podrás alejarte un poco del núcleo urbano para disfrutar de la naturaleza haciendo un poco de senderismo.
Aparte de los habituales vestigios romanos, visigodos y musulmanes, en este municipio se han hallado también restos de ánforas griegas, lo cual hace suponer que Granja de Torrehermosa fue habitada en su día por colonia griegas aliadas del Imperio. Estos colonos se habrían dedicado principalmente a la práctica de la horticultura, creando una especie de granja que podría haberle dado nombre. No sería hasta 1565 cuando, independizándose de Córdoba, Felipe II le concede el “apellido” de Torrehermosa para diferenciarla de las otras dieciocho Granjas existentes en España. Y ahora entenderás por qué…
Qué hacer en Granja de Torrehermosa.
Lo que realmente ha hecho a Granja de Torrehermosa conocida dentro y fuera de Extremadura, es la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Concepción. Precisamente, el término torrehermosa hace alusión a la hermosa torre de esta iglesia, que es en gran parte responsable de la declaración de Monumento de Interés Histórico Nacional que ostenta la iglesia desde 1931.
Su estilo es gótico-mudéjar y se construyó entre el siglo XV y el XVI. Lo que le confiere su carácter único y que sin duda será lo primero en llamar tu atención, es la decoración de la esbelta torre: una trama de arquillos o dibujos geométricos en ladrillo que se elevan desde la puerta principal hasta el campanario.
Está ubicada en pleno centro urbano y la plaza en la que se alza ha sido modificada recientemente para conferir a este monumento singular su debida importancia, no sólo en el conjunto de Extremadura, sino en el contexto general de la Historia del Arte. Para ello se derribó el edificio que se situaba justamente frente a la iglesia y que interfería en su contemplación. La plaza despejada y amplia que quedó en su lugar es el entorno perfecto para una edificación de tanto valor.
También merecen una visita, ya que estamos aquí, la sencilla Ermita de la Magdalena, construida en el siglo XVI. La única que se mantiene en pie de las cinco que originariamente existían en la población. Aunque mucho más llamativa y monumental es la Ermita del Cristo del Humilladero, construida en 1960 sobre una anterior que tuvo que ser demolida por el estado de ruina en el que se hallaba tras los efectos de la Guerra Civil y del devastador Terremoto de Lisboa.
También merece la pena acercarse hasta el Casino, un destacado edificio de principios del siglo XX y con una espléndida arquitectura ecléctica que aúna elementos mudéjares, clásicos-renacentistas, platerescos, manieristas y barrocos. Para terminar el paseo puedes relajarte a la sombra en las inmediaciones del parque municipal, uno de los más grandes de la provincia.
Rutas naturales.
Alejándonos un poco del núcleo urbano, en los extremos del término municipal de Granja de Torrehermosa, hay cuatro rutas que recorren preciosos parajes naturales que te harán sentirte en conexión con la naturaleza, lejos de la prisa y el ruido.
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Por la carretera que une Granja de Torrehermosa con Peraleda del Zaucejo, encontramos la ruta Arroyo del Madroño, de gran interés botánico.
- La ruta de la Finca el Río atraviesa los únicos humedales de la zona, convertidos en la Primera Reserva Biológica del Sur de Extremadura, con una extensión de más de 4.000 hectáreas.
- La ruta Arroyo Juncoso limita con La Cardenchosa (Azuaga) y permite al caminante disfrutar de la vegetación típica de la dehesa, plantas y animales acuáticos y numerosas especies de aves.
- La ruta Los Colanderos nos ofrece impresionantes vistas desde el cerro Los Peñones y el paso junto a los tradicionales chozos de pastores construidos en piedra.
Ahora ya sabes qué hacer en Granja de Torrehermosa, pero también te recomendamos para terminar que no olvides probar algunos de los deliciosos platos de la gastronomía granjeña, una exquisita fusión de la cocina extremeña y andaluza.