Al estar rodeada por terrenos mayoritariamente llanos, ofrece unas espectaculares vistas de toda la comarca. Desde sus cumbres más altas pueden llegar a divisarse más de cincuenta pueblos de Cáceres y Badajoz.
Si te preguntas qué hacer en Montánchez, hay tres elementos que debes tener muy en cuenta: su hermosa población dominada por el castillo, la Sierra de Montánchez y el exquisito jamón de Montánchez.
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Qué ver en Montánchez: Monumentos y lugares.
Castillo de Montánchez.
No cabe duda de que el icono más conocido de Montánchez es su castillo, encaramado en lo alto de un escarpado cerro de difícil acceso. Ofrece así una estampa impresionante, digna de una postal: su silueta gris y almenada, esbelta y aún poderosa, dominando todas las tierras circundantes. Está declarado Patrimonio Histórico Español y se han invertido muchos recursos en restaurarlo.
La primera construcción emplazada en este enclave tan estratégico fue de origen romano, como puede comprobarse por el cuerpo principal del castillo. Mucho más tarde, los almohades y los cristianos tomaron posesión de él sucesivamente, ampliándolo y contribuyendo a construir la estructura que hoy presenta.
La Órden de Santiago tuvo en Montánchez una importante sede de la Alta Extremadura, dejando también su huella y habitando el castillo durante los siglos XV y XVI.
Monumentos religiosos y rincones especiales.
Destaca la Iglesia de San Mateo, que se eleva por encima de las pequeñas casitas blancas que configuran este precioso y pacífico pueblo. Su recio exterior es de estilo románico pero incluye elementos renacentistas, albergando en su interior un órgano donado por los caballeros de la Orden de Santiago. Curiosamente, el campanario se encuentra separado del resto de la construcción.
Completan su patrimonio varias ermitas de hermosa y encalada sencillez y varias cruces monumentales. Entre los rincones con más encanto, no puedes dejar de pasear por “El Canchalejo”, antiguo barrio musulmán espléndidamente conservado y en el que sin duda percibirás una atmósfera muy especial.
La Piedra Bamboleante o el “Cancho que se menea”.
Uno de los monumentos más curiosos y antiguos que Montánchez ofrece a sus visitantes es este megalito de origen prehistórico, que se cree que podía tener algún tipo de función adivinatoria y de culto. Compuesto por tres piedras de diferentes tamaños, bastamente cortadas, que hasta el siglo pasado y durante miles de años adoptaba un movimiento oscilante cuando se la empujaba con la mano. A pesar de resistir tormentas, vendavales y todo tipo de inclemencias del tiempo a mil metros de altura, no sobrevivió al afán destructivo del hombre; en 1937 fue derribado por tropas franquistas.
No volvió a ser “reconstruido” hasta el pasado 2013, aunque perdiendo su capacidad de moverse.
Qué hacer en Montánchez: Turismo activo en plena naturaleza.
El rico y variado entorno natural de la Sierra de Montánchez pertenece a los Montes de Toledo, formación que separa las cuencas del Tajo y el Guadiana. Frondosos bosques, mesetas, gargantas, cimas escarpadas y numerosas especies animales y vegetales despliegan toda la variedad y exuberancia de la vida.
Tres antiguos y bellos caminos te permitirán recorrer este entorno de leyenda:
- Ruta del Castañar (2 km).
- Ruta de Donde Nace (8 km). Su nombre hace referencia al Arroyo de Los Molinos.
- Ruta del Robledo (10 km).
Qué saborear en Montánchez: Jamón, gastronomía y fiestas.
Una de las mejores cosas que hacer en Montánchez es comer. El protagonista indiscutible de su gastronomía es el cerdo ibérico, con el que se elaboran gran cantidad de embutidos. Aunque la estrella es el Jamón Ibérico de Montánchez, con Denominación de Origen Dehesa de Extremadura. Por su clima, su altitud y por tener los mejores secaderos de Extremadura, aparte de una de las regiones donde la tradición jamonera está más arraigada.
Tan imprescindible como probar el jamón de Montánchez es acompañarlo con un vino de pitarra. Este tipo de vino, muy apreciado dentro de Extremadura pero muy desconocido fuera de sus fronteras, es insustituible en las fiestas y en la gastronomía de la comunidad. Es este un vino humilde, de elaboración absolutamente tradicional transmitida oralmente de generación en generación.
La Fiesta del Pan y el Queso (19 de enero) tiene su origen en una batalla librada entre moros y cristianos en la época de lo dominación musulmana. Según cuenta la tradición, los cristianos salieron victoriosos y al volver al pueblo, se les entregó a todos los soldados un trozo de pan y uno de queso de cabra. Hoy se sigue repartiendo tras recordar a todos los montanchegos que perdieron la vida en aquella refriega.
Así que, cuando vayas a planificar qué hacer en Montánchez, no olvides incluir en tu plan estos tres elementos imprescindibles.