Toda la Comarca de la Vera es uno de los lugares más hermosos de Cáceres y de Extremadura, pero Cuacos de Yuste es tremendamente especial y rico tanto en Naturaleza como en monumentos, Arte e Historia.
Su conjunto monumental fue declarado Cojunto de Interés Histórico-Artístico y su mayor tesoro, el Monasterio de Yuste.
Es Patrimonio Nacional y Europeo.
No te pasará desapercibida su belleza tranquila, la abundancia que reparte a su paso por el municipio el río Tiétar, el tiempo sosegado latiendo en sus callejuelas… No es de extrañar que este rincón apacible del mundo fuese el elegido por el Emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Germánico para llevar una vida de retiro y paz en la recta final de su vida. Allí murió el 21 de septiembre de 1558.
Precisamente, su traslado a Cuacos de Yuste motivó la existencia de una gran parte del patrimonio del que podemos disfrutar hoy en día. Te contamos qué hacer en Yuste si no eres un emperador que desea morir tranquilo.
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QUE HACER EN YUSTE: LA SERENIDAD DE LA BELLEZA.
No nos cabe duda de que si has decidido visitar Cuacos de Yuste, ha sido movido en primera instancia por la fama internacional del Monasterio de Yuste. Eso no quiere decir que, una vez allí, no vayas a disfrutar igualmente descubriendo el resto de sus rincones y maravillas. Sin embargo, vamos a empezar por el principio: el monasterio.
El Monasterio de Yuste.
A unos dos kilómetros de Cuacos de Yuste, el monasterio es realmente un remanso de paz entre arboledas y arroyos. Los vecinos de La Vera levantaron en aquel lugar un pequeño eremitorio para que los “ermitaños de pobre vida” pudiesen llevar allí una vida apartada y contemplativa. Poco a poco fue creciendo con los monjes de la Orden de San Jerónimo hasta que, en 1557, el Emperador Carlos V decidió retirarse allí a pasar sus últimos días llevando una vida monástica.
A pesar de haber crecido desde aquel primer refugio para ermitaños, el monasterio de Yuste no disponía del espacio suficiente para acoger en sus dependencias al monarca y su numeroso séquito, de forma que se construyó un pequeño y sencillo palacio para él. Su habitación se situó junto al coro de la Iglesia, de forma que podía asistir a la misa sin levantarse de su cama, algo que hubiera resultado casi imposible por la dolorosa afección de gota que sufría.
El Monasterio de Yuste pasó, desde aquellos tiempos en los que era visitado por personajes tan ilustres como Felipe II, por muchos y muy distintos avatares.
Incendiado, desamortizado, subastado, casi derruido… fue recuperado del abandono y la ruina en 1949 por la Dirección General de Bellas Artes, respetando al máximo su estructura original.
Hoy sigue siendo aquel lugar de impresionante belleza y espiritualidad que cautivó al emperador.
Puedes visitarlo todos los días de martes a domingo, aunque hay un horario de invierno y uno de verano; no olvides consultarlo.
Otros monumentos y lugares de interés histórico-artístico, que te ayudan a resolver que hacer en Yuste.
Ya sabes que la forma más auténtica y efectiva de captar la esencia de un lugar es pasear tranquilamente por sus calles y rincones, dejándote llevar y perdiéndote sin más preocupación que la de disfrutar de su encanto.
Cuando lo hagas, asegúrate de pasar junto a la Casa de Juan de Austria: no solamente es un precioso exponente de la arquitectura popular verata sino, según cuentan, el lugar donde vivió “Jeromín”, hijo natural del emperador y la dama alemana Bárbara Blomberg, 27 años menor que él.
También debes visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, uno de los edificios más interesantes y únicos en su especie de la comarca.
Al conservar restos de diferentes edificiaciones y estilos, el resultado es un templo muy heterogéneo y especial, una hermosa mezcla que le dan un aire ecléctico y un carácter muy marcado.
También puedes acercarte a la Ermita de santa Ana, que alberga una talla de gran valor histórico, o la Ermita de la Soledad, impresionante por estar ubicada en lo alto de un escarpado monte.
La Plaza de España también te seducirá por su encanto y podrás ver en sus soportales algunas columnas originales que fueron traidas del Monasterio de Yuste durante la desamortización. Numerosas casas solariegas, fuentes, la famosa Cruz Verde y el Cementerio Alemán, completan un patrimonio impresionante.
La exhuberancia natural de La Vera.
Otra de las cosas que hacer en Yuste es aprovechar su exhuberante entorno natural para realizar rutas y paseos. El paraje natural de Las Ollas, donde el agua ha tallado caprichosas formas en las rocas; la garganta natural llamada El Bañaero, donde como su nombre indica puedes disfrutar de un refrescante baño en las aguas cristalinas del Tiétar o la zona de Valfrío, donde los bosques y el agua ofrecen un espectáculo maravilloso en cualquier estación del año.
También puedes realizar la Ruta de Carlos V y recorrer los hermosos paisajes que el emperador siguió, buscando su retiro, desde el valle hasta La Vera.
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